Ella fue mi
compañera de viaje en mi camino hacia la independencia familiar. Cuando a los
24 años decidí dejar la casa de mis padres, Pepa fue su regalo. La primera vez
que nos enamoramos, ella tenía dos meses y se escondía debajo de una silla,
mostrando ya la tozudez y la personalidad que tanto la han marcado durante
estos casi 14 años.
Pepa me ha
dado la vida. Ella me enseño a amar, a
perdonar, a querer y a vivir libremente. Pepa me ha querido inmensamente cada día
de su vida, demostrándomelo a todas horas, de todas formas y con todos sus
sentidos. Pepa ha sido mi mejor amiga. Ella me ha aportado tranquilidad, paz y serenidad
en tiempos revueltos.
Ella me ha
enseñado a perdonar porque nunca se enfadó conmigo cuando la dejaba largas
horas sola en casa. Nunca me reprochó que cruzara la ciudad entera, en mi hora
de comida, para pasearla solo 10 minutos. Ella siempre, siempre ha estado a mi
lado cuando yo reía, cuando yo lloraba, cuando estaba enfadada, cuando sufría,
cuando dormía.
Pepa me
contagió el amor incondicional hacia todos los animales. Ella inspiró mi sueño
y plan más realista de in día poder fundar una casa de acogida de perros
abandonados a la que llamaré "Ca La Pepa".
Pepa compartió
conmigo mi soltería pero su gran generosidad hizo que a los 4 años aceptara a
mi marido con tanto cariño como a mi y desde entonces son inseparables.
Nuestra
pequeña nos ha dado los momentos más bonitos que los 3 hemos vivido juntos. Y también
nos ha hecho sufrir Y llorar cuando ha estado enferma o hospitalizada y recuerdo estos tristes
momentos con bastante tristeza. Esto es lo malo de querer tanto a alguien!, que
le vamos a hacer?
Mi pequeña
schnauzer cumplirá en noviembre 14 años y ya hace uno que ha empezado a
envejecer. Oye poco, ve más bien mal y camina lentamente. Pero es feliz y lo
será hasta el último día de su vida, porque en casa la adoramos y mimamos como
si fuera nuestra hija, porque para nosotros lo es.
Ella sigue con
su inmensa generosidad repartiéndonos amor y cariño cada día de su vida. Ahora nuestros paseos son más lentos. Ahora
Pepa ya no salta como solía hacerlo antes. Ahora ya no juega como años atrás,
pero sigue siendo ella, la perrita más maravillosa del mundo que jamás habríamos
podido tener.
Mi pequeña,
que ha viajado en avión, en coche, en tren y en bicicleta ya ha perdido la agilidad.
Pepa ha vivido en Barcelona, en Madrid, en la playa y en Moscú....ella que
tanto ha jugado en el campo, en la nieve, en la montaña, en la ciudad y en la
playa, ahora pasa muchas horas durmiendo en su cestita.
Probablemente
nunca nadie nos haya agradecido tanto lo que hemos hecho por ella. Con Pepa
hemos vivido una vida que ojala dure más años.
Deseo con toda
mi fuerza haber transmitido mi agradecimiento por haber conocido a Pepa en esta
vida. Estoy convencida que ella ha entendido nuestra gratitud cada día de su
vida. Y por ello prometo que todo el amor que me ha dado y todo lo que me ha
enseñado, prevalecerá hasta los últimos días de mi propia vida. La hemos
querido como a nadie.
No es una casualidad, no creo en las casualidades, hoy he ido al veterinario porque mi perro se hace mayor...
ResponderEliminarNo es perra, es perro.
No es Pepa, es Yago.
Pero, también llego a mi vida cuando me independicé hace 14 años, también la cambió completamente, también me ha acompañado a los diferentes lugares en los que hemos vivido....y también me ha hecho ser mejor persona.
Le cuidaré tanto como pueda y espero que podamos permanecer juntos mucho tiempo todavía.
Hola: tu comentario me hizo acordar a mi amiga Margarita, de 4 patas, que nos dejó en Noviembre del 2011. Era una Teckel 80% y no sabemos qué 20%.
ResponderEliminarFue nuestra amiga del alma durante 12 años. Acompañó a mis hijos y a mis nietos. No dió problemas de ningun tipo. Para "irse de gira" definitivamente, espero que yo volviera de trabajar; estuve un mes y medio en BsAs. Ya estaba mal. La habíamos rtenido que operar de cáncer de mamas. La médica fue realista; nosotros no queríamos querer. Se fue entre mis piés...Aún recuerdo mucho sus maneras. Ahora tenemos otro Teckel que se llama Pancho. Pero en mi corazón y en mi llavero, llevo su chapita identificatoria hasta que yo me vaya de gira y ojalá que tal vez nos encontremos. Mi despedida la hice en mi blog: www.odiaconmigo.blogspot.com que casualmente tiene el mismo diseño que el tuyo. Bueno un saludo cordial desde Barcelona.