Ir al contenido principal

PEPA HA SIDO EL AMOR DE NUESTRA VIDA

El 28 de enero de 2015 falleció nuestra pequeña Schnauzer sal y pimienta, después de haber vivido juntos casi 16 años durante los cuales lo ha sido todo para nosotros. Mi marido y yo hemos vivido nuestra vida con Pepa en el centro de nuestro universo. Desde pequeña todo lo que hacíamos lo hacíamos pensando en ella y en su bienestar. Cuando estaba enferma sufríamos como unos padres sufren con sus hijos y cuando empezó a envejecer vivimos cada día como si fuera el último con ella, dedicándole toda la atención y todo el tiempo del mundo. Sufrimos día y noche deseando que no fuera el último. Incluso cuando en Mayo de 2012 sufrió un grave percance por una reacción alérgica a un calmante veterinario y estuvo muy grave ingresada en el hospital, sabíamos que lo superaría porque la vida no podía ser tan justa como para separarla de nosotros. Y lo hizo. En Marzo de 2014, en medio de la madrugada nos despertó bruscamente con convulsiones terribles y pusimos el plan de choque en marcha y nos fuimos de urgencias al hospital. Pero después de una semana ingresada en estado muy grave,  lo superó. Pero esta noche del 27 al 28 de enero de 2015 volvió a sufrir un ataque y su cuerpo ya no lo aguantó. 
Nunca imaginamos que Pepa nos dejaría porque siempre vivíamos el presente y pensábamos que tendríamos la suerte de tenerla hasta los 18 años como mínimo. Sí, somos conscientes que hemos sido muy afortunados de tenerla tantos años y ella ha sido la perrita más feliz del mundo. Pero estos años no han sido suficientes para calmar nuestra tristeza. 
La vida nos cruzó y juntos lo hemos compartido todo. Nos hemos querido, nos hemos amado, hemos llorado juntos, nos hemos consolado, nos hemos abrazado, besado y adorado. Dedicamos a Pepa todo el tiempo del mundo y antes de decidir nada, pensábamos en ella y en su tranquilidad. Ha estado cuidada como un bebé. La hemos querido con locura. 
Cuando Pepa nos dejó, nos cogimos un par de días del trabajo por necesidad, porque ambos necesitábamos llorar y llorar juntos, sacarnos el dolor y la rabia inicial. Es emocionante saber que muchas personas nos comprenden y nos ayudan a superar este dolor. Imagino que otros no entienden ni entenderán nunca lo que estamos viviendo porque nunca han tenido la suerte de vivir junto a un peludo una historia de cariño y amor como la nuestra. 
Dicen que compartir la vida con un perro no es fácil porque hay que dedicarle tiempo. Para mí esto es precisamente la gran virtud, poder pasar tiempo con tu peludo de cuatro patas, pasear, jugar, compartir, enseñar, acariciar…Un perro te da la vida. 
Pepa ha sido lo más grande que nos ha pasado, no tenemos hijos y ella ha sido la ilusión de nuestra existencia. Hemos pasado tantos momentos felices y bonitos que no podría describirlos juntos en un texto. Han sido casi 16 años maravillosos y ojalá la vida fuera más justa y pudiéramos haberla compartido 50 años más. 
Pepa nos ha hecho llorar, reír, sufrir, desear, abrazar, querer, amar, soñar, sonreír y vivir. Yo sólo recuerdo mi vida con ella y darme cuenta que ya no está, me destruye lentamente. Pepa y yo teníamos una conexión especial, éramos más que amigas y familia, éramos inseparables. Cuando conocí a mi marido no sólo lo aceptó, sino se enamoró de él y su relación fue muy estrecha. Desde ahora estamos vacíos y por muchos peludos que se crucen por nuestro camino, y les querremos, ninguno jamás sustituirá lo que Pepa ha representado en nuestra vida. Ella ahora está en el cielo y desde el 28 de enero veo una estrella que brilla más fuerte y esa estrella es ELLA. 
Si tenéis perro, me entenderéis. Si no lo tenéis, animaros, los humanos nos humanizamos aún más con ellos. Si no les entiendes, abre la mente. Decir no a un perro, es decir no al amor. 
Pepa, te lloraremos toda la vida, pero nos encontraremos en el cielo. Lo sé, nos volveremos a encontrar.  Hasta siempre. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

POR EL AMOR A UN ANIMAL

El otro día entré en una tienda de animales para comprar una cama y artículos para mi perro y me sorprendió desagradablemente ver que en nuestra sociedad aun hay familias que compran perros bebés. Y me pregunto ¿Será que nunca se han planteado adoptar? Tener un perro y compartir unos años de tu vida con un animal tan agradecido y entregado es un verdadero regalo. Pero adoptar un perro de una perrera o protectora es lo mejor que te puede pasar. En contra de lo que muchos piensan que están haciendo un favor al animal, éste nos lo hacemos a nosotros mismos ya que la gratitud será incondicional. Por desgracia en nuestra sociedad hay muchas personas despreciables, que no deberían ser llamadas personas, que maltratan y abandonan sin escrúpulos a estos maravillosos ángeles. Pero también hay muchísimas organizaciones sin ánimo de lucro, formadas por personas anónimas que dedican tiempo, pasión, cariño, recursos y dinero a rescatar y a cuidar estos perros que otra parte de nuestra soc

SIN ACTITUD, NO HAY FUTURO

La actitud es la clave Curiosamente continúo encontrándome empleados que priman la experiencia a la actitud cuando valoran su carrera profesional o cuestionan su falta de promoción interna . Aún me sorprende porque no hay nada más vital en las relaciones humanas que una actitud positiva, que mira al frente, pragmática, abierta y enérgica. ¿Y por qué es tan importante la actitud? Porque la suma de muchas actitudes configuran el ambiente laboral en el que trabajamos. Una actitud positiva y  luchadora frente a la vida, da fuerza y garra para superar cualquier impedimento o al menos intentarlo. Para cualquier empresario, ver a su equipo positivo y motivado hacia cualquier reto, le da perspectiva para seguir construyendo cosas buenas. De lo contrario, cuando el ambiente que se siente dentro de la empresa es negativo , pesimista, conformista o poco apasionado, el mismo líder pone en duda el sistema  y el cliente acaba dudando del producto. La actitud te ayuda a ver una vida mej